domingo, 9 de agosto de 2009

•°|.. Mi huella ..|°•

Han pasado varios años ya y aún sigo con esa espina... para una mujer no es fácil olvidar, nada fácil.

Ahora pienso que "aquello" nunca se alejará de mi memoria, permanecerá ahí para hacerme daño, para recordar lo mal que cualquier varón puede hacer sentir a una mujer cuando sólo se tiene un "próposito"... y es que hay tantos sentimientos y factores que se mezclan en estos temas que es complicado tocarlos de manera común y abierta como si habláramos de alguna prenda de vestir que se nos ensució en el barro.

Asco, rabia, impotencia, inseguridad, ignominia, humillación, miedo, angustia... todas esas sensaciones las sentí, a tal punto que alguna vez quise irme de casa. Es cierto que mi caso no terminó en tragedia [porque yo no lo permití] pero de alguna u otra forma te sientes marcada. No puedo imaginarme a esas mujeres que tuvieron que sentir en carne viva tal deshonra a causa de aquellas basuras llamadas personas que sí hayan logrado su cometido.


En ese entonces yo tuve un motivo muy fuerte para resistir y no decir absolutamente nada de lo que viví por cortos y largos segundos a la vez, pienso en eso y me siento muy bien. Tal vez esa sea la razón por la cual no se convirtió en algún trauma o algo similar, en esos momentos pedí fuerzas!!! Muchas!!! Las recibí de ti... mi ángel. Gracias a todo lo bueno que sacaba de aquella mala experiencia pude seguir.

No necesito que ella me lo agradezca, yo me lo agradezco a mi misma por darle la oportunidad de vivir lo que yo no pude... ella nunca tendrá por qué saberlo, ese es el fin: evitar situaciones desagradables, evitar que ella pase por lo que yo pasé.


Aunque no lo demuestre con afán, yo la kiero mucho, lleva mi sangre... sé que en el fondo ella lo sabe y lo poco que he hecho ha sido por su bien, sólo espero que si alguna vez lo llega a saber, me sepa comprender...


PD - Sé que esta pequeña entrada no será leída por todas las mujeres del mundo como me gustaría pero para ellas mis sinceras palabras: Nunca dejen que nadie las maltrate física, psicológica o sexualmente. Siempre con la frente en alto, defendiendo su dignidad y su persona, hay demasiados motivos por los cuales deben sentirse orgullosas de sí mismas.